OCASO PRIMIGENIO
Texto: Doreen A. Ríos
Las tecnologías digitales nos permiten utilizar datos sobre el pasado y proyecciones del futuro para dirigir nuestras acciones presentes. Nos hacen ser conscientes de los hiperobjetos que nos rodean y tienen el potencial de navegar por el diseño antropogénico deliberado de una planetaridad viable. Sin embargo, la forma en que desplegamos estas tecnologías, o la manera en que gestionamos los riesgos relacionados con los cambios del futuro cercano, no se ajusta ala comprensión de que el futuro es un proceso no lineal y contingente.
De hecho, el futuro no siempre se ha conceptualizado de esta manera. A lo largo de la historia, la humanidad ha moldeado el tiempo en correspondencia con las tecnologías de abstracció simbólica diseñadas para comunicar y comprender los procesos físicos. Es así que el concepto cambiante del futuro determinó las herramientas y políticas que adoptamos para manejar el azar, la desgracia y la innovación. Las historias de la futuridad, las tecnologías de abstracción
y la gestión del azar convergieron en dos cambios paradigmáticos: primero, de una visión del mundo formada por profecías a una existencia estructurada por la predicción. Y segundo, de paradigma de la predicción al definido por la comprensión de que el futuro es, de hecho, pro- ducido artificialmente. Lo anterior demuestra que la previsibilidad absoluta del futuro es una fantasía y que la realidad se diseña continuamente.
Partiendo de la narrativa, la especulación y la ficción Miguel Ángel Salazar y Carlos Iván Hernández han tejido una serie de provocaciones que se materializan a través de Fósiles de lo que podría ser o quizás será. Este cuerpo de obra está atravesado por procesos de modelado y predicción a la vez que se revelan como escenarios asincrónicos que habitan objetos y pro- cesos simultáneamente. El despliegue de Ocaso primigenio es una nueva capa sobrepuesta en el universo palpitante de una temporalidad incierta; es un poema, palíndromo simbólico y eco de los presentes expandidos posibles; un caldo primitivo analizado a través del lenguaje; una caja petri de múltiples escalas; y, no menos importante, una expedición a través de los frac- tales semidigitalizados de la naturaleza.
Text: Doreen A. Ríos
Digital technologies allow us to use data about the past and projections of the future to guide our present actions. They make us aware of the hyperobjects that surround us and have the potential to navigate the deliberate anthropogenic design of a viable planetarity. However, the way we deploy these technologies, or the way we manage the risks associated with changes in the near future, does not align with the understanding that the future is a nonlinear and contingent process.
In fact, the future has not always been conceptualized this way. Throughout history, humanity has shaped time in correspondence with symbolic abstraction technologies designed to communicate and understand physical processes. Thus, the evolving concept of the future determined the tools and policies we adopted to handle chance, misfortune, and innovation. The histories of futurity, abstraction technologies, and the management of chance converged in two paradigmatic shifts: first, from a worldview shaped by prophecies to an existence structured by prediction. And second, from a paradigm of prediction to one defined by the understanding that the future is, in fact, artificially produced. This demonstrates that the absolute predictability of the future is a fantasy and that reality is continuously being designed.
Through narrative, speculation, and fiction, Miguel Ángel Salazar and Carlos Iván Hernández have woven a series of provocations materialized through Fossils of what could be or perhaps will be. This body of work is shaped by processes of modeling and prediction while also revealing itself as asynchronous scenarios that inhabit objects and processes simultaneously. The unfolding of Primordial Sunset is a new layer superimposed onto the pulsating universe of an uncertain temporality; it is a poem, a symbolic palindrome, and an echo of expanded possible presents; a primordial broth analyzed through language; a Petri dish of multiple scales; and, no less importantly, an expedition through the semi-digitized fractals of nature.